Poema «la calma» del Dalai Lama

Cuando leí por primera vez este hermoso poema me gustó tanto que lo tengo enmarcado y colgado en mi habitación y cada mañana me gusta despertarme y leerlo antes de comenzar el día, se ha convertido en un ritual para mí, y por ello me encantaría compartirlo contigo para que te ayude a reflexionar y a mirar la vida desde otra perspectiva.

¿Qué es la calma?

Vivimos en un mundo estresante donde nos pasamos corriendo casi la mayoría del día y parece que esta palabra tan cortita pero tan importante es casi imposible de alcanzar.

Nos pasamos la mayoría del tiempo haciendo cosas que realmente ni siquiera nos gustan pero no nos sentamos ni un segundo a reflexionar hacia dónde estamos yendo o qué es realmente lo que buscamos en esta vida.

Recuerdo en mi caso trabajar sin parar, sin disfrutar ni en un segundo el valioso presente, mi miedo era detenerme a pensar. Hasta que un día dije «basta, hasta aquí he llegado» e hice un cambio de vida maravilloso al que estoy agradecida cada día. He encontrado esa calma que buscaba en mi vida, esa tranquilidad.

Para mí la calma es uno de los más valiosos regalos que puedes regalarte, serenidad, tranquilidad, por supuesto que aparecerán miles de problemas, pero lo importante es ser consciente de que en algún momento desaparecerán y mantener esa calma para controlar esas grandes tormentas.

El Dalai Lama refiere este poema maravilloso a aquietar nuestra mente para que nuestras emociones, miedos y ansiedades se tranquilicen y así poder encontrar, a través de la calma, la paz interior. 

Disfrútalo aquí te lo dejo!

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«La Calma»

Se llama calma y me costó muchas tormentas

Se llama calma y cuando desaparece salgo otra vez a su búsqueda

Se llama calma y me enseña a respirar. a pensar y a repensar

Se llama calma y cuando la locura la tienta se desatan vientos bravos que cuestan dominar

Se llama calma y llega con los años cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría

Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar

Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar

Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar

Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son sólo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena compañía o el ruido del mar

Se llama calma y con nada se paga, no hay moneda de ningún color que pueda cubrir su valor cuando se hace realidad

Se llama calma y me costó muchas tormentas y las transitaría mil veces más hasta volverla a encontrar 

Se llama calma, la disfruto, la respeto, y no la quiero soltar.

DALAI LAMA

Photo by Quino Al on Unsplash

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